La lectura tiene una gran importancia en el proceso de
desarrollo y maduración de los niños. Desde hace unos años se está notando un
creciente interés de los padres por la lectura de sus hijos, quizá porque saben
-se les dice así desde los medios de comunicación- la relación que existe entre
lectura y rendimiento escolar.
Desde estas páginas quisiera hacerles conscientes de que el
potencial formativo de la lectura va más allá del éxito en los estudios; la
lectura proporciona cultura, desarrolla el sentido estético, actúa sobre la
formación de la personalidad, es fuente de recreación y de gozo.
La lectura constituye un vehículo para el aprendizaje, para
el desarrollo de la inteligencia, para la adquisición de cultura y para la
educación de la voluntad.